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lunes, 28 de octubre de 2013
Destino Oculto al detalle: El libre albedrío
Queridos Cinépatas, hoy os hablare sobre el gran misterio del peliculón Destino Oculto, la explicación del libre albedrío, las bases que lo sostienen y las realidades que lo atacan.
El libre albedrío es la habilidad que tiene cada individuo para tomar sus propias decisiones. Existen debates en cuánto a la extensión que tienen las personas de entender este libre albedrío. Existen dos puntos de vista: el compatibilismo y el libertarianismo.
El punto de vista del compatibilismo es la posición de que la libertad de una persona está restringida por su naturaleza como está descrita en la Escritura. En otras palabras, él/ella sólo puede escoger lo que su naturaleza le permitirá escoger.
El libre albedrío en el libertarianismo dice que la voluntad de la persona no está restringida por su naturaleza pecadora y que él/ella es todavía capaz de escoger o aceptar libremente. Dos subdivisiones del libre albedrío en el libertarianismo serían “el libre albedrío absoluto abierto” el cual dice que las escogencias del hombre no son conocidas por Dios hasta que estas ocurren, y la otra, “el libre albedrío absoluto no abierto” el cual declararía que Dios puede conocer las escogencias pero que Él no las puede determinar, que sería la trama que sigue de la película Destino Oculto, simplemente se basa en que toda persona siga el plan que se le ha destinado, y nos quiere mostrar que dios solo quiere que sigamos el plan que se nos ha fijado des de nuestro nacimiento, haciendo las mínimas modificaciones posibles sobre los actos que nosotros hacemos desorganizando el plan. Por ejemplo, desafiar el plan sería, tener una idea de que vas a coger el tren de las 9:00, y una vez creada esta idea se genera el plan que se tiene que seguir, por tal de seguir los otros planes que nos tocara pasar a continuación. Pero por casualitdad vemos a alguien que nos hace sentir algo especial y nos quedamos mirándolo, por lo tanto perdemos el tren de las 9:00. La persona a la cual hemos visto también se había saltado el plan por algún motivo, no debería habernos echo sentir, por lo tanto a partir de esto, Dios( el director, que maneja los planes que han estado fijados), estudia el caso y intenta hacer lo necesario para borrar el error de la mente de la persona que ha desafiado el plan.
En una carta a Rabindranath Tagore, Albert Einstein hizo una afirmación que ha sido citada con frecuencia por los deterministas. Dijo que si la Luna fuese dotada de autoconciencia estaría perfectamente convencida de que su camino alrededor de la Tierra es fruto de una decisión libre. Y añadió que un ser superior dotado de una inteligencia perfecta se reiría de la ilusión de los hombres que creen que actúan de acuerdo a su libre albedrío. Aunque los humanos se resisten a ser vistos como un objeto impotente sumergido en las leyes universales de la causalidad, en realidad su cerebro funciona de la misma forma en que lo hace la naturaleza inorgánica.
En el verano de 1930 Einstein tuvo una reveladora discusión cara a cara con Tagore. Einstein sostenía que los científicos no pueden hacer de ninguna manera a un lado la causalidad; en los espacios diminutos el orden no es perceptible, mientras que en un plano macroscópico se puede entender cómo funciona el orden. Tagore interpretó esta situación como una dualidad contradictoria radicada en lo más profundo de la existencia: la que opone la libertad al orden del cosmos. Tagore, para probar su punto, puso el ejemplo del sistema musical en la India, donde el compositor crea una pieza pero permite una elasticidad que expresa la personalidad del intérprete, quien goza de cierta libertad en la interpretación.
Las diferencias entre Tagore y Einstein simbolizan dos grandes formas de abordar el problema de la libertad. El primero, como muchos religiosos, trató de aprovechar lo que parecía un resquicio abierto por los físicos para colar la idea de la indeterminación. A muchos les pareció que el principio de incertidumbre de alguna manera podía significar que los electrones gozaban de “libertad” y que se escapaban de la cadena causal.
La actitud de Einstein ha influido en quienes suponen que el libre albedrío, como una propiedad de la conciencia humana, es una mera ilusión. Por ello sostienen que el cerebro está cruzado por cadenas causales empíricamente comprobables en las que habría una conexión entre pensamientos y acciones. La idea de que la conciencia, actuando libremente, es la causa de las acciones sería en realidad una ilusión. El libre albedrío es visto, desde esta perspectiva, meramente como una sensación construida por el cerebro y no como una indicación directa de que el pensamiento consciente ha causado la acción, como lo ha formulado Daniel Wegner, de la Universidad de Harvard. Según este psicólogo la gente cree equivocadamente que la experiencia de tener una voluntad es en realidad un mecanismo causal.
Yo creo que esta es una concepción equivocada. La libertad no se puede entender si la conciencia es encerrada en el cerebro. Cuando muchos neurocientíficos se empecinan en rechazar esta idea, condenan sus investigaciones y reflexiones a quedar cautivas de un círculo vicioso, en el cual el libre albedrío no es más que una ilusión creada por el cerebro, un mero epifenómeno acaso necesario pero carente de poder causal. Esta idea nos deja sin una explicación del libre albedrío, que entonces puede ser solo visto como una expresión política dotada de una enorme aura filosófica y literaria, pero que no sería más que un eslabón en una cadena determinista alojada en el cerebro de los humanos. Si, en contraste, ampliamos nuestra perspectiva y entendemos a la conciencia como un conjunto de redes cerebrales y exocerebrales podemos descubrir facetas y procesos que una visión estrecha es incapaz de entender. Es la propuesta que hice en mi libro Antropología del cerebro (2006).
Pero os diré, que por otra parte creo en una parte determinada del libre albedrío, la que nos dice que seguimos un plan fijado, pero como bien se muestra en la película, si realmente se tiene que cambiar algo en este plan, porque es lo realmente llenara nuestras vida entonces, el director cambia el plan, y por lo tanto afirmo creer sumamente en el destino.
“La vida de la gran mayoría de las personas sigue el camino que les hemos marcado porque temen explorar otras vidas. Pero a veces, aparecen personas como tú, que derriban todos los obstáculos que les ponemos delante. Personas que descubren que el libre albedrío es un don que no sabemos usar hasta que luchamos por él. Creo que ese es el verdadero plan del director; que tal vez, llegue el día en que nosotros no dictemos el plan, sino vosotros.”- Destino Oculto
La reina de los detalles.
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